“Los motores del aprendizaje son la curiosidad
y la emoción”. Esta frase acuñada por varios autores entre ellos Francisco Mora
(doctor en medicina y Neurociencia) no puede ser más cierta. Qué importancia
tiene la curiosidad ante la vida y las emociones a la hora de aprender.
Mantener una actitud curiosa ante la
vida y darse la oportunidad de sentir son elementos claves para seguir
aprendiendo a cualquier edad en un camino, el de aprender, que nunca
termina.Con esta pequeña introducción os
invito a reflexionar sobre lo que nos ofrece la Naturaleza y por suerte,
Navalcarnero está rodeado de campo y de pequeños parques donde poder ir.
Convivimos con la naturaleza: los árboles, las piedras, los animales, la
tierra, etc todos ellos ofrecen recursos educativos ilimitados.
Y con respecto a la emoción, nos
influyen algunos aspectos como: cuándo y cómo salimos a pasear con buen tiempo,
sin prisa y en compañía de familia y amigos. Todo apunta a que pasaremos un día
de los que quedan grabados en la memoria.
Salimos a jugar, un juego no
dirigido donde ellos eligen con quién, dónde y a qué dedicarse marcándose sus
propios retos y definiendo el grado de dificultad que pueden y quieren superar.
Desde la iniciativa personal y
viviendo experiencias reales, aprenden a aprender, a autosatisfacerse y a
cultivar la ilusión y la motivación por descubrir el mundo que les rodea.
Quién no tiene en casa piedras, palos, hojas que nuestros hijos se llevan a
casa después de esos paseos o qué traen en la mochila porque un amigo se los ha
regalado o ellos quieren llevarlo al cole para enseñarles ese descubrimiento,……
En todas estas acciones y procesos vividos por los niños, la curiosidad, la
experimentación y la emoción están presentes.
El entorno ofrece materiales no
estructurados que los niños dotan de propiedades. A partir de elementos muy
sencillos como piedras, frutos, palos, hojas, ramas, arena, agua, crean sus
propios roles, juegos y juguetes. Sienten el impulso natural que les hace
querer aprender: la curiosidad. Y desde ahí nace la motivación natural
de explorar, desarrollar, inventar y crear. Ellos encuentran en la naturaleza
todo lo necesario que les proporciona un desarrollo saludable y exitoso.
Por otro lado, estar en la naturaleza
les ofrece oportunidades motrices infinitas: correr, trepar, caminar, saltar,
sentarse, columpiarse, esconderse …. Esta multitud de estímulos favorece el
desarrollo de la psicomotricidad gruesa y también la fina (pinza digital,
fuerza en la muñeca, giros, etc).
Estar al aire libre estimula los
sentidos y favorece el equilibrio, el tacto, la vista, la audición, el olfato y
la propiocepción (sensaciones que emite nuestro cuerpo sobre la posición de
éste en el espacio). Como afirma Aucouturier (pedagogo y creador de la práctica
psicomotriz) “todos los aprendizajes
pasan por nuestro cuerpo”. La naturaleza representa un entorno ideal
para que los niños y las niñas alcancen el grado de desarrollo cognitivo y
emocional que estimula la adquisición de competencias como concentrarse,
escribir (preescritura), calcular, nociones lógico-matemáticas (mucho/poco,
grande/pequeño, lleno/vacío, un lado/ otro lado, etc), mantener la atención, creatividad,
etc.
También se potencian valores como compartir, cooperar,
respeto, amistad, trabajar en calma…
Todo esto y mucho más nos ofrecen la
naturaleza y estar al aire libre. Os invito a organizar picnic y pequeñas
excursiones con vuestros hijos. Nosotros en la Escuela estamos creando diferentes ambientes y
propuestas en ambos patios con la finalidad de aprovechar los recursos que nos
ofrecen.
Porque no solo se aprende dentro del
aula. El patio es otro espacio de
aprendizaje, de socialización, de juego, de crecimiento, … Queremos que
nuestro patio se convierta en un jardín donde nuestros niños y niñas se
relajen, jueguen en equipo, investiguen, observen, analicen, desarrollen la
imaginación y fomenten la creatividad (tan importante para la plasticidad
cerebral) rodeados de zonas verdes y diferentes propuestas.
Esta labor no es solo función del
equipo educativo de la Escuela!!!
Nos dirigimos a vosotros que sois
los familiares de los destinatarios de este proyecto “los alumnos” para deciros
que nos gustaría que participaseis en este cambio y evolución de los espacios
exteriores de la Escuela, aportando ideas, material, en definitiva siendo
participes de la educación de vuestros/as hijos/as.
“… El placer de jugar en el jardín
era un verdadero gozo para el alma; y no siempre a juegos ruidosos o de
movimiento, sino a actividades de investigación: poner un nombre fantástico a
una flor, imaginar que construías una casita encima de un árbol… el tiempo de
la imaginación pasaba volando y
enseguida llegaba el anochecer”.
F.Morino Abbele
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“… El placer de jugar en el jardín
era un verdadero gozo para el alma; y no siempre a juegos ruidosos o de
movimiento, sino a actividades de investigación: poner un nombre fantástico a
una flor, imaginar que construías una casita encima de un árbol… el tiempo de
la imaginación pasaba volando y
enseguida llegaba el anochecer”.
F.Morino Abbele